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    Guindillón de Leiva – 12 botes 52,80
  • Para los aficionados a las comidas picantes, las guindillas son en la actualidad el componente gastronómico más relevante y el de más consumo mundial. Se puede incorporar a platos como cocidos o estofados para aportar un gran sabor, especialmente si se trata de guindillones de Leiva, un producto cosechado en las huertas de La Rioja

    Los guindillones de Leiva, variedad Najerano, se recolectan y pelan manualmente y se asan en hornos de leña a fuego lento durante unas horas potenciando su sabor antes del envasado. 

    Miden entre 3 y 6 cm de diámetro y entre 15 y 25 cm de longitud. Según su estado madurativo, los colores del guindillón oscilan entre el verdirrojo y el rojo. 

    El picor de esta variedad no es tan intenso como el de la guindilla riojana pero sí mayor que el del pimiento de Santo Domingo. Aunque los criterios son variados, las guindillas tienen propiedades positivas para la salud del organismo como las siguientes:

    Nos ayuda a adelgazar. Quemamos más calorías ante la subida del calor corporal que provoca el picante ya que nuestro organismo requiere de más energía cuando lo consumimos.

    Reduce el dolor y la inflamación gracias a la pungencia, esa sensación de ardor que despierta el picante. 

    –Aportan vitamina A, C y E al organismo. 

    –En muchos lugares se usa para dar fuerza al cabello como un producto capilar de belleza. 

    No obstante, es un ingrediente que hay que usar con moderación y no abusar de él pues cada organismo lo tolera de forma diferente y, en grandes cantidades, puede perjudicarlo. 

    Qué son los guindillones 

    El guindillón es el nombre que se le da a la guindilla grande, especialmente la guindilla de Leiva típica de La Rioja, de mayor longitud y dureza que la común. Se pueden adquirir frescos o envasados tras haber sido preparados de forma artesanal y asados en horno de leña. 

    En su origen la guindilla es la variedad picante de un tipo de pimiento llegado de América con el gran potencial de aportar sabor y color a los platos de nuestra gastronomía pero también con propiedades beneficiosas para la salud. Fue Cristóbal Colón quien introdujo en Europa este manjar allá por 1493 bautizándolo como chile o pimiento de Indias. 

    El componente que aporta ese picor a la guindilla es la capsaicina que se encuentra en la carne interior de la hortaliza que, al entrar en contacto con la saliva de nuestra boca, dispara los detectores del calor. Aunque el efecto del guindillón riojano de Leiva es más picante que otros del mercado, se trata de una variedad no excesivamente intensa y agradable al paladar. 

    Cómo comer los guindillones 

    Si los guindillones se quieren consumir frescos es necesario lavarlos previamente y separarlos de los tallos, siempre con guantes pues su componente principal, la citada capsaicina, no es soluble en agua y puede quedarse mucho tiempo en la piel e irritar ojos o boca. Si se quiere reducir el picor, es conveniente retirar las pepitas de la carne interior pero no despiezarlos demasiado. 

    Condimentando con ellos de forma moderada potencian el sabor de muchos guisos de pasta, carne y pescado. En concreto, las legumbres riojanas siempre se ha caracterizado por tener cierto toque picante, incluyendo una vez están elaboradas los guindillones en aceite o en tiras. 

    Cómo conservar los guindillones 

    Ya hemos explicado que los guindillones riojanos de la variedad Najerano se preparan de forma artesanal tanto en su recolección como en su pelado posterior. Para su conservación se asan a fuego lento en leña y se envasan sin más añadidos que sal y ácido cítrico, sin aditivos ni conservantes artificiales. 

    Los guindillones se introducen en botes bien sellados para que no penetre el aire y se cuecen en el fuego en un bidón de agua unos 20 minutos logrando una larga conservación hasta su consumo. Se trata de un proceso totalmente manual que todavía siguen realizando de forma tradicional muchas familias de la zona para su consumo particular. 

    Cómo elaborar guindillones (receta fácil) 

    Una de las recetas más sencillas para comer los guindillones riojanos es hacer una tostada frita con unas rebanadas de pan que introducimos en el horno poniéndoles por encima un poco de aceite. Posteriormente añadimos fritada de Leiva (salsa a base de pimientos najeranos cosechados en La Rioja), unas rodajas de queso mozzarella, unas hojas de albahaca y aceitunas de Kalamata. 

    Tras volver a pasar por el horno colocamos los guindillones de Leiva con un chorro de aceite y un poco de sal, una delicia para el paladar. 

    Dónde comprar guindillones riojanos 

    Si quieres degustar los auténticos guindillones riojanos, artesanales y de primera calidad, puedes hacerlo viniendo a nuestro almacén de venta directa Conservas El Chato situado en Carretera Santo Domingo, Leiva (La Rioja). Si no puedes trasladarte a nuestras instalaciones tienes la opción de comprarlos a través de nuestra tienda onlineen esta página web —con envío gratis— donde también puedes adquirir alcachofas y pimientos en conserva (los únicos con el sello de la Indicación Geográfica Protegida Pimiento Riojano), así como fritadas y mermeladas elaboradas con productos de nuestra tierra. 

    Si necesitas cualquier otra información contacta con nosotros en el teléfono +34625623401, en el mail elchatoleiva06@gmail.com o a través de nuestro contacta formulario. Te atenderemos encantados y te responderemos a la mayor brevedad.  

    Prueba los auténticos guindillones de Leiva, artesanales y de calidad