Los Pimientos Frescos Chato proceden de La Rioja. Son cultivados en terrenos bien drenados, con una temperatura que permite un perfecto desarrollo de este delicioso producto gracias a sus temperaturas de 25º durante el día y 18º por la noche.
Si quiere saber más sobre el método de cultivo de nuestros pimientos, ¡siga leyendo!
Desde que se trasplanta hasta que se recolecta pasan entre 90 y 120 días. Los pimientos están cultivados en Leiva, en pleno valle del Tirón en La Rioja.
La cosecha se prolonga desde finales de agosto a mediados de noviembre.
Por último, la recolección manual se realiza con selección del fruto de acuerdo a su maduración.
La venta al público directamente en el almacén tiene lugar en septiembre, octubre y hasta el 15 de noviembre.
Los pimientos El Chato son de producción totalmente artesanal.
Para conseguir su sabor característico asamos los pimientos en un horno de leña en nuestro almacén.
Posteriormente los pelamos a mano y los embotamos uno a uno a mano.
Otras indicaciones:
El pimiento es un alimento que aporta múltiples beneficios a nuestro cuerpo gracias a sus altos valores nutricionales de fibra y potasio y a sus propiedades antioxidantes y depurativas. El consumo de pimiento contribuye a reducir problemas de salud como la hipertensión o los cálculos renales. Además, ayuda al desarrollo del feto durante el embarazo y previene algunos tipos de cáncer y otras enfermedades.
Dependiendo del método de cultivo seguido, estos beneficios serán mayores.
El Capsicum annuum, denominación científica del pimiento, tiene su origen en países americanos como México, Bolivia y Perú, donde se cultivaban otras cuatro especies.
Debemos su llegada al continente europeo al descubridor de América Cristóbal Colón que los trajo tras su primer periplo en 1493. Para los indígenas era chili y fueron los españoles y portugueses quienes lo rebautizaron con su nombre actual.
El inicio de su cultivo en nuestro país fue en el siglo XVI y luego se extendió por Italia y Francia llegando a toda Europa y resto del mundo suponiendo una gran aportación para las tradiciones gastronómicas. En principio complementó (e incluso reemplazó) a la pimienta negra, pero ya en el siglo XX se lograron los pimientos grandes, suaves y poco picantes que se consumen hoy en día gracias a otras formas de cultivo y a la agricultura intensiva.
Pimientos de cosecha artesanal en La Rioja – Conservas El Chato